top of page

El Rincón del Vago: 'Rosas rojas'/ 'Imagine & and you'

  • Foto del escritor: Magical Matilda
    Magical Matilda
  • 3 ago 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 ago 2021




ALERTA SPOILER DE PRINCIPIO A FIN


Se abre el telón con una boda. Nadie se extraña porque es una película de lesbianas, pero el guionista nos la juega y... ¡tachán! Descubrimos que es una boda heterosexual. Nos recuperamos de esta primera decepción cuando vemos a Lena Headey encargarse de las flores de la boda. El montaje nos descubre un poco el pastel: el tema está entre la florista y la que se casa. Pero, ¿cómo estas dos personas destinadas a no conocerse jamás acaban confraternizando? En cuestión de minutos, Lena Headey se hace amiga de una niña de 8 años y es automáticamente invitada a la boda por unos desconocidos. Ya lo tenemos. Un cubierto de más en el último momento; nada que esta familia americana no se pueda permitir.


Los novios son Rachel y Hecke, que llevan una eternidad juntos y habían soñado siempre con casarse, mientras que Luce, la florista, encargada de vender ramos para enamorados, pasa del amor y es un ser independiente y libre. Rachel y Luce intercambian un par de palabras en la boda y a partir de aquí ya todo cuesta abajo y sin frenos. Rachel va a la floristería como quien no quiere la cosa y que pim que pam: la invita a cenar con su marido.


Ya en la cena vemos como los recién casados han invitado al padrino de la boda y quieren que tenga rollo con Lena Headey. Ella como que avisa un poco de refilón de que es lesbiana, pero al padrino, que es un señor heterosexual, le da igual. Al final, quedan como amigos. Días más tarde, Rachel y Hecke se encuentran por casualidad con Luce y una amiga en el mismo supermercado EN NUEVA YORK. Que en Madrid no, pero en Nueva York hay un centrifugado especial y si el destino quiere, pues te encuentras con gente.


La niña de 8 años, que sigue obsesionada con la florista (¿quién no?), la invita a una presentación de algo que hace en su colegio, charla a la que también va Rachel. Allí la imaginación vuela y la recién casada fantasea con rozarle la mano a la florista, pero al final renuncia a semejante atrevimiento. Al día siguiente, decide comprobar su homosexualidad. ¿Cómo? Alquilando porno lésbico en un videoclub. Todo muy vintage, pero sabemos que no es el camino. Una vez en el hogar como que medio le descubren las intenciones y el marido le propone ver la película porno juntos. Eso le corta el rollo a Rachel que dice que no, que se ha equivocado alquilando ‘Dos guarras en el colegio’ y que ella quería alquilar ‘Pocahontas’.


Volvemos a las casualidades y es que estas dos muchachuelas se encuentran en un parque con cuatro millones de seres humanos viendo unos fuegos artificiales. Llegamos a un punto aquí alto de la tensión. Se masca el drama. El marido sin darse cuenta de nada le propone a Rachel que salga con la florista porque él no puede acompañarla a ver un partido de fútbol.


Enter first date.


En el partido, Lena Headey abraza a Rachel por la espalda, estilo Ghost, para enseñarle a proyectar la voz y gritar, así, como una desgraciada. Están muy felices, se ríen. Van a unos recreativos a bailar en la máquina esa de las flechas. Por supuesto la tensión no deja de crecer. Se despiden. Que te beso, que sí, que no. Pues que no. Ni tocarse la mano, ni comerse el morro. Estas chicas no avanzan.


La Rachel se sube ya por las paredes y no sabe qué hacer. Decide experimentar e irse con su marido a la una de la mañana a follar a un parque para que les roben la cartera. Se encuentran ahí con dos gays haciendo cruising y, entre risas, se marchan a casa.


Rachel está harta: no folla. NO PUEDE MÁS. Le dice a la florista que “it’s over” cuando no se han rozado ni la mano y acto seguido le come la boca. Mientras se enrollan, se caen entre risas y rosas, Lena Headey se pincha el culo con un cactus riendo a carcajadas. En ese momento, llega el marido a la floristería. Seriedad. Quiere pedirle a la florista consejo sobre su mujer. Upsi. Lena Headey improvisa un poco, pero la desgracia ya cae sobre ellas.


Después de mucho sinsentido, Rachel se aleja de la florista, la florista decide marcharse del país y Rachel deja al marido. Después de montar todo este desaguisado, al fin, Rachel decide recuperar a la florista. Ahora sí que sí. A tope. Da igual todo. Empieza la persecución en coche para decirle que la ama. Sus padres, quienes apoyan el amor lésbico a ciegas, la acompañan. Mítico atasco. Rachel está que explota del atrevimiento, se sube al coche y proyecta la voz como le enseñó su amada: LUUUUUCEEE, LUUUUCEEE. Y Luce sale del coche. Corren, se abrazan, se comen la boca y FIN.

Comments


bottom of page